domingo, 24 de enero de 2010

Diario de una peca (XV parte)

Intento de diario - Te propongo una cosa




Te propongo una cosa:


Vamos a jugar al escondite

vamos a sacarnos la lengua

vamos a jugar a pillar

y a adivinar quién me tapa los ojos

vamos a jugar a que nada nos importa

a correr calle abajo cogidos de la mano

vamos a jugar a que no pasó nada

a que todo puede ser normal entre nosotros

Vamos a jugar a que las cosas pueden ir bien





Imagen: a sacarnos la lengua

Deleite para mis oidos:



" Solo se queda, diciendo cosas que siempre
suenan a triste, cosas que suenan a olvidar,
todo ese ruido que el invierno nunca se lleva"


Día aprox. del suceso: hace dos semanas y dos días.

miércoles, 20 de enero de 2010

Diario de una peca (XIV parte)




Intento de diario - Me ahogo en un vaso de agua



Aunque realmente no es así. Pero si en una piscina.

Anoche me acosté algo confusa por un día demasiado largo, lleno de estudio y nerviosismo sin parar, mi cuerpo se fue a dormir y descansar, pero mi mente se quedó despierta, imaginando la situación más retorcida posible:



Me encuentro sola en un vestuario típico de piscina, podría decir sin ningún problema que me es hasta familiar. Me pongo ese bañador azul que nunca me gustó y me recojo el pelo en una coleta. Hace frío y hay un extraño vapor en el ambiente que pica en los ojos. Estoy al fondo del vestuario, esquivo los bancos de madera y llego a la puerta que da al pasillo blanco. De repente, y para mi sorpresa, me encuentro en una piscina que no es la que yo conozco, sin embargo, sé que es ESA piscina.

Me meto en la piscina, mmmm.. qué buena esta el agua, y hago unos cuantos largos. A mi alrededor están todas las personas más importantes para mi ahora mismo, juegan, rien y se bañan. Llego al extremo en el que supuestamente no se hace pie y ahí te veo. El agua a penas te llega por la rodilla. Te ries de mi. No entiendo nada. Me pongo a tu lado y me ahogo. Intento nadar, no puedo. Intento salir de allí pero ya no hay agua. La piscina está seca y estoy sola. Todos se han ido. Aparezco fuera de la piscina, y te veo escondiéndote entre las paredes blancas, te sigo, aparece tu voz a mi espalda qué estás buscando me dices, me giro no estás, me giro estás sentado en el suelo, me siento contigo, tengo frío, aparece un hombre vestido de chandal, el profesor de natación. Me mira mal, lo mira a él. Sigue su camino.

Te miro sé lo que has hecho, sé lo que me escondes le digo. Y tú qué me reprochas, me he perdido, yo qué, qué he hecho, no he hecho nada, ¿o si? me acurruco en tí, me abrazas y ...Desapareces, desaparezco, y otra vez estoy dentro de la piscina, no hay agua, tengo frío, te busco, estás a la otra parte de la piscina, donde hay agua, donde estais todos... Me ahogo en un vaso de agua.








Suena: With you (Linkin Park)

Día aprox. del suceso: transición de anoche a esta madrugada

Imagen: thoughts in a bath

lunes, 18 de enero de 2010

Diario de una peca (XIII parte)


Intento de diario - Me faltan letras para poder explicarme


"Think I need the devil to get things right"



Teníamos un plan. Era el plan A. Una vez llegamos se convirtió en B, y para mi, fue C. Me costó mucho llegar a que mi plan C se hiciera realidad, pero entonces apareció D. Eso si que lo trastocó todo, pero realmente no fue hasta que aparecieron E y F, cuando todo se volvió patas arriba. Así que mientras yo seguía (o intentaba serguir) con mi plan C, el D seguía dando vueltas. Era difícil teniendo un plan tan adorable como era D merodeando cada dos por tres. Una vez finalizada la primera semana del año, mi plan C empezó a desmoronarse, una pena, me había costado lo mío. Y de repente, G, H y I aparecieron otra vez. Realmente siempre habían estado ahi, pero por el plan C, los había olvidado. J, K y L nunca me abandonaron, son de esos planes que están para toda la vida. Y se añadieron otros tantos, como M, N, Ñ y O que se apuntan a planes para siempre. Me han ayudado mucho con mi plan C.

Lo que no me esperaba, es que nuestro plan inicial, el A, me separara de mi plan favorito P. Fue raro y duro a la vez ver como mi plan P se desmoronaba, dejándome sola ante C y D, sobre todo, ante el plan C. Pero ahi estaba yo, al pie del cañon, luchando, y de repente, me dijeron J y K ¿por qué no haces Q o R ? No me habia parado a pensarlo, no eran malas ideas, pero los modificqué un poco y se convirtió en el plan S. Tuve que acabar con el plan C para que el plan TU y la V pudieran salvarse, sobre todo el plan V, pobre plan, casi destinado a una caida gorda. Así que pensaron que lo mejor sería hacer un plan W rápido, y dejar planes como Y o Z para cuando las cosas se normalizaran.

A todo esto, A y P se han convertido en un único plan, el plan D sigue dando vueltas, y de mi querido y fallido plan C poco se ya. Por lo demás, todo en orden, o eso parece.





domingo, 17 de enero de 2010

Diario de una peca (XII parte)

Intento de diario - Idiotas jugando

Es como un juego, en el que hay trampas y normas.Y me siento idiota. Idiota por creerme tantas cosas y por desconfiar de tantas otras. Parece un juego fácil, sin embargo, para mi es increiblememte fácil perderlo todo en un solo momento, pero ¿realmente pierdo o gano? Pero si, idiota. Idiota porque se todas las trampas que se hacen y no digo nada. Idiota por hacer que no se nada. Idiota. Idiota porque pondré buena cara aún sabiendo todo lo que se está maquinando a mi alrededor, un montín. Idiota. Porque ese es el papel de los idiotas. Y ahora viene la parte más divertida del juego. Cuando los que pierden, ponen buena cara, cuando los que ganas se creen capaces de hacer ver que solo es un juego. Cuando se piensa de verdad, que sólo es un juego.




Suena: He wasn't (Avril Lavigne)

Día aprox. del suceso: el domingo, en referencia al lunes o el martes de esa semana.

jueves, 14 de enero de 2010

Diario de una peca (XI parte)

Intento de diario - 8 horas en la facultad


Esto no me quita el sueño, tan solo son divagaciones de una mente sobrecargada que dice y piensa y piensa y dice, ni tu, ni yo, ni el de al lado, solo se que para lo que sea se ha hecho demasiado tarde. "Ya lo sabía" es lo que me digo ahora, aunque obviamente, no me lo esperaba ni para hoy, ni para ayer, ni para mañana. La naturaleza contra la naturaleza, y yo contra todo lo que se me ponga por medio. Malditos autobuses.








lunes, 4 de enero de 2010

Diario de una peca (X parte)


Intento de diario - Describir cosas imposible

Había hecho cuentas, pero me volví a salir del camino. He dejado de contar las veces que intento saber o por lo menos recordar que hago a diario, no siempre es bueno, sobretodo cuando pasan cosas malas. El cerebro por naturaleza las borra (y es científicamente cierto) para qué las iba a querer recordar yo, para qué inmortalizarlas en un papel que no será destruido a menos que yo lo haga. Así pues, me dedicaré a hacer lo que he hecho siempre (o casi siempre, sobretodo, cuando he podido) escribir, escribir sobre lo que escucho, escribir sobre lo que veo, escribir sobre lo que leo, escribir sobre lo que siento. A veces se nos hace imposible sacar eso, si, ya sabes, eso. Eso tan difícil de explicar. Que rabia da no poder hacerlo, pero de repente te sale la vena y dices ¡inspiración! y te pasas tres días escribiendo, y luego otra vez vacío. A mediados del mes de Diciembre resucite mis dos fotologs. No porque me diera pena no actualizarlos, o porque quisiera que me escribieran comentarios, sino porque necesita escribir. Quizás por la facilidad, o los recuerdos que me traen, me es más fácil actualizar aquello y no este.


Pero a lo que venía yo aquí, y ahora, 4 de enero de 2010 (es la primera vez que escribo el número de nuevo año) a las 1:52 (eso marca el reloj de mi ordenador) no es más que a quejarme, quejarme de que no puedo describir ciertas cosas, en concreto 3, la incertidumbre o el qué pasará, los " menuda forma más estúpida de robarme una sonrisa" y el amor hacía "mi" pueblo.






Quizás, por el tiempo, o por las increibles ganas que tengo de volver allí empezaré por Bejís, mi supuesto pueblo. Yo no soy de allí, ni yo ni mi familia, ni mis antepasados, nadie que yo pueda conocer, ha nacido allí, sin embargo, mi memoria desde lo que me alcanza, solo recuerda veranos y veranos allí, uno tras otro, año tras año. Es como una obligación. Un año, un verano sin esos 15 días (que se van alargando) no sería un año normal, no sería y punto, no logro imaginar un año de mi vida, un momento del día sin un pensamiento hacía ese lugar.

Me siento estúpida cuando no puedo describir esa sensación de libertad completa que siento cuando estoy allí, no es la gente, no es el clima, he estado allí en invierno, con ese frío que te hiela los pulmones, que no te deja respirar, el frío que te obliga a cerrar los ojos, a esconderte, pero la sensación es la misma. Salgo de Valencia con el corazón encerrado en un puño, y abro la puerta del coche, pongo en pie en esas calles sin paso de peatos y respiro, respiro hondo, tan hondo que parece que me esté llevando todo el aire del mundo solo para mi. Dejo que el Sol, o la lluvia me pongan la piel de gallina, y vivo. Todos los sentidos a flor de piel. La vista. Cientos de colores rebosan a mi alrededor, cientos de árboles, decénas de montañas, el cielo, las nubes, la luz. El oído. Escucho el silencio. Es el silencio más bonito que conozco. Allí no necesito música. Huyo de cualquier simbolo de civilización y me acerco al borde de la carrera -Shhh... El río, oigo el río. Está allí abajo, no deja de correr, siempre en movimiento, oigo como choca con las piedras. Los árboles. Oigo ese extraño ruido de cuando el viento cruza las hojas. Es estúpido lo se, pero el silencio perfecto se crea cuando solo oyes lo que nunca llega a tus oidos. El tacto. Esas piedras llevan ahí desde que se construyo el pueblo. Es el tacto de las piedas carcomidas por el paso del tiempo, suaves por el paso de la lluvia, rugosas por el paso de las personas. El sabor. Parece imposible que un sitio, un lugar afecte al sabor, pero es que es ese agua. Es el agua de Bejís. Fría y suave. No me canso de llenar mi boca con esa agua. Es un deleite para la boca, mis labios disfrutan mojados, disfrutan con cada gota que resbala por mi barbilla. Es el sabor, sabor a todo. Y por último, el olfato. Me pierde. Lo primero es cerrar los ojos, y dejar que todos los olores te marquen. El olor del horno y la última horneada de pan. El olor de la leña en invierno. El olor de los árboles en verano. ¿Huelen las nubes? Estoy segura de que allí si.


Y en cualquier lugar, en cualquier momento, no importa donde estes, si estas solo o no, si corres, caminas o estas quieto. Tienes un segundo para ti. Para que tu cuerpo viva, sienta todo lo que la ciudad no te deja sentir. Todo de lo que se te priva. Durante largos segundos, tu cuerpo recuerda que siente y te vuelve ese escalofrío que te recorre toda la espalda. Cientos de caminos por recorrer, cientos de vistas que observar, cientos de historias que esconde, cientos de tantas cosas que hacer allí. Sentarte al borde de aquel castillo con la mirada a la preciosa nada, con la mirada al cielo azul o gris, con los pies descalzos y viento despeinando tu pelo. Y dejas que pase el tiempo, y no suena el móvil, no hay cambio de canal, no hay messenger, ni tuenti, ni facebook, estás contigo mismo, y suspiras, suspiras en voz bajita, escondiendo una sonrisa, una sonrisa que no se apaga en un rato, y vuelves a cerrar los ojos. Y no quieres que se acabe nunca.


Me siento estúpida cuando no puedo describir esa sensación completa de libertad que siento cuando estoy allí, pero es que... sería como describir un paraíso. Tienes que vivirlo para sentirlo.

Suena: All the same (Sick Puppies), una de esas canciones que te enseñan y no te las quitas ni a la de tres, la escuchas tantas veces, que te da miedo odiarla en cualquier momento.









Las imágenes: ¿qué iba a ser si no Bejís? Tengo cientos de fotos, y las pondría todas, pero es que son ya las 2:51 de la noche, llevo aquí una hora pensando en todo esto, y creo que es hora de finalizar, por lo menos por hoy.



:)