miércoles, 24 de junio de 2015

Diario de una peca nº175

Intento de diario - De todos los sitios te tienes que llevar algo, sino es que hay algo te has perdido por el camino.

¿Vas a echar algo de menos? Por supuesto, esto es Londres, estaría loca si te dijera que no, que aquí no hay nada que hacer, que es aburrido, que no voy a echar de menos ver todos los fines de semana el maravilloso Big Ben, andar por las calles que ya me sé de memoria, coger el autobús y correr a la parte de arriba, "esperar" segundos el metro, buscar y rebuscar nuevos sitios... Tienes que haberlo pasado muy mal para querer volverte, o para irte sin nada que echar de menos. Así que ahí va mi lista de imprescindibles de mi estancia en la fría Inglaterra. Sin orden, tal cual se me vienen a la cabeza:

- Costa. Los tesitos, cafés, chocolates (que no son chocolates, son colacaos), las muffins, las charretas, las escapadas de lluvia, frío, las planificaciones, los "necesito ir al baño", un "necesito descansar", "no hay nada que más que hacer, pues vamos al Costa". Ha sido mi café desde el día que llegué y me recibieron en él, ha sido el sitio de reunión, comidas, cenas, descansos, los Costas de Londres y otros sitios se han hecho de oro gracias a nuestras visitas, pero sí, también nos han traído de lo mejor. 

- Sainsbury. Porque nunca en mi vida había ido con ansia a comprar a un supermercado y llegar y tirarme más de media hora SOLO para elegir una cosa. Benditos, y cuantísimas veces nos han salvado de esos "no hay comida en casa". La pastelería es de pecado, las papitas, los platos preparados, los menús de 3£ salvavidades, y todas las gorrinadas. 

-Common, bosque camino a Richmond Park. El Common es una zona verde, campos de fútbol, cricket, paseos de perros, ancianos, bicis, carritos de bebés durante todo el año, que aquí les da igual si estamos a 2ºC como si hacer "calor". Y es que no miento si digo que es un sitio de libro de fantasía, lleno de caminos escondidos, cuervos, bichitos, y zorros por la noche. Fue una verdadera alegría cuando me trajeron a Molly y me iba a "obligar" a pasearla todos los días. 



- Atardeceres. Lo mío viene con obsesión, de largo. Supero las 230 fotos de atardeceres desde mi habitación, no digo ya del resto de la Inglaterra que he visitado porque no lo sé. Es una preciosidad: las ciudades bajitas, y en mi caso con un bosque al lado, con la vista limpia. Además tengo, sin duda, tengo las mejores vistas de toda la casa. Que sí, que subir 3 pisos es un asco, pero cada noche me vale la pena. 



- Hablar en inglés, escuchar en inglés, la vida en inglés. A veces se hace difícil, hay días ,semanas que no sabes hablar, ni castellano ni inglés; palabras que jamás pronunciarás bien, personas a las que nunca jamás de los jamases vas a entender y millón de problemas más, pero es que es tan bonito. Maldita sea, son tan educados al hablar, da igual en qué te estés cagando que en inglés suena bien. Yo hablando en castellano soy una malhablada en toda regla, y en inglés me suavizo, pienso lo que digo dos veces, cosa que debería de hacerlo en todos los idiomas. Esto es difícil de sentirlo si no te gusta el idioma, pero a los que nos gusta me entenderán. Lo raro al volver será escuchar en todas partes hablar algo que no sea inglés. 

- Ver pasar 3 de las 4 estaciones. En Valencia solo tenemos invierno y verano. Aquí he visto llegar el otoño, el invierno y la primavera. Al verano se le está haciendo cuesta arriba y ya me estoy poniendo nerviosita, pero ha sido genial verlo tal y como debería de ser. 

- La cama doble (matrimonio para los castellano-parlantes). Es que yo duermo en literas, y es muy injusto, encima muchas noches me toca compartirla con Medus, que en invierno genial, pero en verano nos vamos a morir los dos de calor. 

- Molly. Porque aunque es una patata andante, una pesada y una lamecaras, ha sido lo mejor que le ha podido pasar a esta casa, y por lo tanto a mi. Ha sido la salvación de decenas de tardes sin nada qué hacer, una pequeña máquina de amor y alegría, y por supuesto, un lazo con las nenas. Bebé Molly Moo, te voy a echar mucho de menos, solo espero que te cuiden mientras yo no esté y que te olvides de mi, sino lo pasarás mal. 



- Vivir cierto tipo de independencia. No es que aquí sea independientemente total o que vaya a volver y me convierta en una adicta a la dependencia, a vivir de papá y mamá, sobre todo porque eso nunca ha sido así. Pero aquí soy yo, ellos van por su parte y yo por la mía. Y eso es algo que la au pair tiene que tener claro. Venimos, ayudamos y nos vamos. Este tipo de experiencia te obliga a buscarte la vida, a no quedarte en casa, a sacarte las castañas tú todos los días, varias veces. A organizarte para que las cosas salgan bien, porque o lo haces tú o, eje amigo, nadie las va a hacer. Así que de alguna manera voy a perder poder ser parcialmente (en más grado que cuando vuelva) independiente. Porque en todas partes acabas dependiendo de algo, por pequeño que sea.


Y me está entrando el sueño, así que cierro esto aquí. Seguro que hay más, pero tampoco me quiero poner muy melancólica ¡¡¡qué aún no me he ido!!!

jueves, 11 de junio de 2015

Diario de una peca nº174

Intento de diario - Los españoles vivimos en un mundo quenosédóndeestá en el que no hay televisión.

Desde el día que empezó mi trabajo como au pair he tenido que escuchar verdaderas locuras, y burradas, porque sí, son burradas sobre los españoles. Las niñas a las que cuido, mellizas de 8 años, han tenido al menos 4 au pairs más, de las cuales, seguro, que una era española; y me pregunto si alguna de ellas les enseñó algo de lo que sea, porque lo dudo mucho. 

Estas pequeñas me regalan historias absurdas, en ocasiones divertidas y en otras me ponen de muy mala leche. Todo empezó hace tiempo cuando una de las nenas me dijo (todas las conversaciones fueron en inglés):
"Estarás contenta ¿no? Tienes televisión en tu cuarto...Me quedé un poco extrañada, me refiero, me daba igual tener televisión o no en mi cuarto y le dije: "Bueno, está bien, pero tampoco es algo grande, me gusta más la cama (doble) que tengo."Aquí la que se quedó extrañada fue ella y me dijo: "Pensaba que te haría ilusión tener televisión, como en España no tenéis...

No me podía reír más: "¿Qué en España no tenemos QUÉ? Claro que tenemos televisión, en mi casa hay una, pero la mayoría de casas tienen dos o más". Su cara de asombro (y un poco de vergüenza), por no saber que en España teníamos teles era total.

A esta conversación le vinieron muchas del estilo: 

Estarás contenta de no tener que lavar platos, como en España no tenéis lavavajillas...¿El móvil te lo has comprado aquí verdad? Porque como es España no tenéis móviles...
Cualquier cosa que os podáis imaginar están en sus afirmaciones, porque la mayoría de ellas son así. Ellas afirman, en España no lo tienes. No hay autobuses, no hay coches, no hay lavadoras, lavavajillas, secadores, móviles, televisiones, y un largo etc de tonterías.

"¿Dónde compras en España?"
"Pues en los supermercados, tenemos varios, yo tengo dos cerca de casa y suelo ir allí" *Ojos abiertos como platos* "Ah, pero ¿qué tenéis de eso en España?"

No te jode, ¡si quieres me voy todos los días a ordeñar la vaca y al campo a recoger los tomates!
Ayer fue el colmo de los colmos, cuando a la hora de cenar me preguntaron qué comida no teníamos en España. Algo excepcional que tenemos en España es la gastronomía, que además se ha esparcido por todas partes, así que hay muy pocas cosas que Inglaterra tenga de especial en cuanto a comida. Aún así hay algunas que no había probado antes y que aquí son mejor (como el té, las pastas, pasteles, etc.). Les dije que algunos de los dulces y cuando no se me ocurría nada más empezó el bombardeo de tonterías por parte de una de las nenas:

"Déjame que te ayude... ¿Tenéis leche? ¿Pan? ¿Queso? ¿Hamburguesas? ¿Pizza?"

Podéis pensar que lo hacían para gastarme una broma o para reírse un rato, pero no. No era para reírse, lo estaba preguntando muy en serio. Intenté explicar que en España teníamos de todo: comida, camas, televisiones, y ventanas, y atardeceres, y montañas, y playas y todo lo que ellas se pudieron imaginar. Dejé la conversación cuando una de ellas me preguntó:

¿La primera vez que comiste chocolate fue aquí?

Después de esto no sé si prefiero que nos conozcan por las fiestas, el olé olé y esas cosas, a que se piensen que vivimos en una zona tercer mundista, como esclavos en la que no tenemos ni agua potable ni zapatos. En fin, ¡viva la educación inglesa! 

P.D: por cierto, lo que sí sabían de España es que los políticos robaban y que el antiguo Rey mataba elefantes. Hay. Que. Joderse. 

P.D2: se me ha olvidado comentar que un día me las llevé en bici a dar una vuelta y me preguntaron que cómo era posible que supiera montar en bici porque claro...como en España no tenemos. 

lunes, 8 de junio de 2015

Diario de una peca nº173

Intento de diario - Este año no me apetece mi cumpleaños.

Llevo un par de años haciendo una lista de regalos para Reyes y mi cumpleaños. Todo empezó como una broma por diversos motivos, sobre todo regalos que no te acaban y dices pffff. Al final esas cosas o te las tomas a broma o joden más de lo que debería. Así que seguía sin tener nada pero me lo tomaba con otro humor. El año pasado sin embargo, fue una pasada, y la gente si que miró la lista y al final creo que taché casi todas las cosas -> 25cumpleañosdeVikki

Este año también tenía intención de hacerla, siempre me había parecido divertido y me lo pasaba como una cría en navidad haciendo mis cartas de regalos, buscando cositas que me gustaban, y blablabla. Pero la verdad es que conforme se acerca el día de mi cumpleaños estoy que no estoy, y no me apetece hacer ni lista, solo quiero volver a casa, y bueno, eso ni de lejos voy a poder tenerlo.

Así que no tengo ganas de mucho más, no quiero celebrarlo, no quiero salir de fiesta, no quiero hacer nada. Lo único que quiero es que la gente se acuerde de mi y me tenga en cuenta. Estas últimas semanas, y lo que me queda por delante va ser difícil, y no creo que el día de mi cumpleaños vaya a ser diferente, sobre todo porque no es ningún cumpleaños especial, ni un cambio de número extraordinario, ni nada por lo que alegrarse.

Cae viernes, que en cualquier otro mundo sería una gozada, sim embargo ese día trabajaré como cualquier otro día, seguramente tenga babysitting y no haga nada más que acabar reventada y con ganas de irme a dormir pronto. 

Así que supongo que este año os dejo a vosotros que hagáis la lista por mi, solo una cosa, el lanzallamas lo sigo queriendo. 

#Vikkiyanoquierecumplirmásaños