jueves, 7 de abril de 2011

Diario de una peca nº96


Intento de diario - El Síndrome de las Palabras.

"En general, se tiende a contar las cosas malas, ya que las buenas no necesitan de ni comprensión ni de apoyo, ni de abrazos, ni de hombros para llorar. Las cosas buenas se pasan en el momento, y se recuerdan en otros buenos momentos, sin embargo las malas persisten, mucho más, horas, días, años, incluso pueden llegar a durar una vida entera. Quizás tambien tenga que ver con que las cosas buenas a veces da "vergüenza" admitirlas, como el estar enamorado, alcanzar un logro personal, o a saber qué más. Muchas veces, también es, porque el dolor tiene varias formas características de ser mostrada, pero ¿cómo muestras el amor, como representas la felicidad, el agradecimiento? ¿Qué palabras hay para ello? Porque no importa lo que haga o diga, el mensaje no está llegando."


miércoles, 6 de abril de 2011

Diario de una peca nº95

Intento de diario - Síndrome del Frío.


"Caminaba por inercia, me dolían las piernas, sentía las heridas de los tobillos quemarse debajo de las insignificantes tiritas, mis espalda no podía cargar más peso, y aún así, transportaba la mochila llena de libros, carpetas, dossieres y apuntes que nunca utilizaría. Me molestaba llevar ese tipo de cosas a mi espalda, creando dolores sin remedio cuando mi cuerpo se tumbaba a descansar.

Y una vez en metida en la cama, me enrollaba con las sábanas y mantas, creando un infierno, en el que cada suspiro del día, cada frustración, cada lágrima, cada tropezón conmigo misma se convertían en una gota de sudor que acababa empapanado a aquella en la que confesaba sueños y amores, pesadillas y corazones rotos, y entonces, frío."

lunes, 4 de abril de 2011

Diaro de una peca nº94

Intento de diario - El Síndrome de las Piernas Cruzadas.


"Mi doble vida empezaba a cansarme. Aquella sombra me perseguía en un mundo que ni ella existía. En otro mundo, era yo la sombra. Solía evitarla teniendo el sol de cara y haciendo sufrir a mi ojos; pero abandoné pronto la práctica, ya que ellos, mis ojos, eran los que más soportaban aquel desdoblamiento de mi ser.


Era bastante impertinente, iba a mirarme en el espejo y allí estaba ella, siempre tan puntual. Al principio solíamos hacernos tonterías mutuas, nos sacábamos la lengua y nos guiñábamos los ojos, pero, conforme pasó el tiempo, empezó a hacerse coqueta, prepotente e incluso parecía que me miraba con superioridad, como si no tuviera suficiente con lo que estaba viendo. Poco a poco se fue haciendo más difícil entenderme con ella. Nadie me había mentido y traicionado tanto como mi propio reflejo.


Cansada de tanta prepotencia, decidí un día hablar con ella. Me sente de piernas cruzadas delante del espejo esperando verla tan puntual como siempre, pero nadie se presentó."


sábado, 2 de abril de 2011

Diario de una peca nº93

Intento de diario - Desesperation.

- ¿Qué te pasa?


- Ya me gustaría saberlo a mi...