Intento de diario - Cuenta como 1, 2, 3...
Recorro el pasillo de casa a oscuras, todos duermen, no queda ni luz ni sonido al que pedirle que se acabe el día. Pero ahí sigo yo, pensando, cómo si solo hubiera nacido para eso. Y me vienen a la mente decenas de estúpidos recuerdos que me sacan sonrisas y me empañan los ojos. Y me propongo una nueva lección: la nº 82.
Porque la putada de todo esto es que nada ni nadie volverá.
No importan los motivos, ni las fuerzas, ni las ganas, ni el deseo que pongas en ello. No se repetirán las noches, ni las risas, ni las lágrimas. Por eso
aprovecha tus días. Y si lloras, que sea con todas tus fuerzas. Y si
ries vacía tus pulmones. Y si echas de menos, llama antes de perder lo que tienes.
Por y para todas esas personas que han desaparecido de mi vida sin pedir permiso. Porque aunque ya ni recuerde cómo os reiais, os sigo necesitando.
[...] Por todo lo que os separó, os separa, y os seguirá separando de mi.