Intento de diario - Divagaciones de una mente que no puede dormir.
Ya me lo dije a mi misma: hoy no me acordaría de la mitad de cosas en las que estaba pensando. Algunos vagos recuerdos tengo, pero sin duda, nada comparado con la divagaciones de anoche. Supongo que el hecho de haber tomado solo un vaso de leche, una cortada pobre de carne y dos magdalenas en todo el día tenía parte de su culpa, y encima llendo andando a todas partes. Luego me quejaré de que me he puesto mala, como esta mañana, que casi no podía tragar de la irritación de garganta que llevo. Y que asco me dan los ibuprofenos, los odio. Aunque para asco, y ganas de hacer explotar una bomba la de que haya una motito con la alarma enchufada todo el maldito castillo de fuegos artificiles, y bueno, el cartelito fluorescente, que le hubiera faltado musiquilla para que me lo cargara. Aunque como todo, esto no tendrá nada que ver con lo mentirosa y convenenciera que te has convertido amiga mia. Es divertido ver como intentas comprarme para que no me "enfade" contigo. ¿Te has olvidado de quién soy? Rectificio y afirmo, te has olvidado de quién soy. Y empiezan a cansarme los gritos de buena mañana porque se hayan olvidado de comprar el pan. Estúpidas discusiones que llevan a que mis sueños, o más a menudo, pesadillas se acaben. Esta noche ha sido entretenida, ciegos y zombies, escondites y tiroteos, creo que debería de dejar de leer mi nuevo libro "Orgullo y prejuicio y zombies" para otro momento que no sea la noche. Y como ya es rutinario en mi, me levanto un momento, y miro por la ventana, buscando algo que me distraiga, o no. Me sirve con mirar las ventanas de la finca blanca o el cielo. Abro la ventana. Curioso y único olor a pólvora toda esta semana. No me molesta, a diferencia de las explosiones random que suenan en todas partes a todas horas. Y esta noche más. Empieza a darme rabia que todo el mundo se conozca. Es como si ya no quedara nadie por conocer. Algo extraño, son los impulsos que tengo, algo quiero, lo hago. Me ha dado por ser una rebelde en silencio. No tiene nada de malo, ¿o si? Y me vuelvo a parar a pensar en cómo se hacían las tortitas, llevo un tiempo con mono de ellas, pero entre tanta visita, mi casa parece un hotel, y a ver quién es el listo que se pone a "crear" en la cocina. Aunque como todo, supongo que esto no tendrá nada que ver con qué tu y yo sabemos que tenemos una conversación pendiente. Ojalá me acordará en qué pensaba anoche, tendría mucho menos sentido que este mogollón de palabras juntas, pero eso ¿qué más da? Me asusta la idea de no haber hecho aún ningún trabajo para clase, esta poca motivación me tiene suspendida en la nada. Ya veremos que pasa cuando volvamos. De momento me conformo con saber que no soy la única. Quiero tortitas.
Ya me lo dije a mi misma: hoy no me acordaría de la mitad de cosas en las que estaba pensando. Algunos vagos recuerdos tengo, pero sin duda, nada comparado con la divagaciones de anoche. Supongo que el hecho de haber tomado solo un vaso de leche, una cortada pobre de carne y dos magdalenas en todo el día tenía parte de su culpa, y encima llendo andando a todas partes. Luego me quejaré de que me he puesto mala, como esta mañana, que casi no podía tragar de la irritación de garganta que llevo. Y que asco me dan los ibuprofenos, los odio. Aunque para asco, y ganas de hacer explotar una bomba la de que haya una motito con la alarma enchufada todo el maldito castillo de fuegos artificiles, y bueno, el cartelito fluorescente, que le hubiera faltado musiquilla para que me lo cargara. Aunque como todo, esto no tendrá nada que ver con lo mentirosa y convenenciera que te has convertido amiga mia. Es divertido ver como intentas comprarme para que no me "enfade" contigo. ¿Te has olvidado de quién soy? Rectificio y afirmo, te has olvidado de quién soy. Y empiezan a cansarme los gritos de buena mañana porque se hayan olvidado de comprar el pan. Estúpidas discusiones que llevan a que mis sueños, o más a menudo, pesadillas se acaben. Esta noche ha sido entretenida, ciegos y zombies, escondites y tiroteos, creo que debería de dejar de leer mi nuevo libro "Orgullo y prejuicio y zombies" para otro momento que no sea la noche. Y como ya es rutinario en mi, me levanto un momento, y miro por la ventana, buscando algo que me distraiga, o no. Me sirve con mirar las ventanas de la finca blanca o el cielo. Abro la ventana. Curioso y único olor a pólvora toda esta semana. No me molesta, a diferencia de las explosiones random que suenan en todas partes a todas horas. Y esta noche más. Empieza a darme rabia que todo el mundo se conozca. Es como si ya no quedara nadie por conocer. Algo extraño, son los impulsos que tengo, algo quiero, lo hago. Me ha dado por ser una rebelde en silencio. No tiene nada de malo, ¿o si? Y me vuelvo a parar a pensar en cómo se hacían las tortitas, llevo un tiempo con mono de ellas, pero entre tanta visita, mi casa parece un hotel, y a ver quién es el listo que se pone a "crear" en la cocina. Aunque como todo, supongo que esto no tendrá nada que ver con qué tu y yo sabemos que tenemos una conversación pendiente. Ojalá me acordará en qué pensaba anoche, tendría mucho menos sentido que este mogollón de palabras juntas, pero eso ¿qué más da? Me asusta la idea de no haber hecho aún ningún trabajo para clase, esta poca motivación me tiene suspendida en la nada. Ya veremos que pasa cuando volvamos. De momento me conformo con saber que no soy la única. Quiero tortitas.
Suena: Shake it out (Manchester Orchestra) - Not the american average (Asking Alexandria)
Día aprox.: esta madrugada, ya que he llegado a casa a las 4, y a las 6 aún seguía despierta, mira, cosas que pasan.
Día aprox.: esta madrugada, ya que he llegado a casa a las 4, y a las 6 aún seguía despierta, mira, cosas que pasan.
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