
A veces me olvido de que no soy normal.
Las cosas como son, y tu no perteneces a mi mundo, que te haya dejado entrar y cuidarme hasta que mi luz vuelva a su claridad no te convierte en poseedor de mi vida y aún menos de mi corazón. Aún así gracias, te echaré de menos el día que te vayas. Puede que te duela leer esto, pero a mi me duele aún más estar en esta situación, en la que no soy capaz de seguir adelante por mi propio pie. Me estoy escondiendo de mi misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario