Intento de diario - Sunset.
Recuerdo decirles que íbamos a subir de día y bajaríamos de noche. Que no tendríamos problemas en bajar, si total, la luz de la luna lo iluminaba todo. Recuerdo sentarme en las piedras al borde de esa caída que impone miedos, y mirar a las montañas. Me siento, cuelgo las piernas y ya está. Ni música, ni móvil, no hablar. Y me quedo allí. Primero dejando que el sol me queme, luego viendo como se esconde, horas. Sí, puedo estar horas allí. Perdiéndolas o gastándolas. Infinitas horas en atardeceres. Y lo que me molesta estar aquí y no dedicarles más que una foto (o cientos), para tenerlos de recuerdos, ojalá tuviera una tarde entera para poder perder el tiempo mirando como el cielo azul de Londres se convierte hasta que se hace de noche. Tengo que hacerlo.
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